ESCAPAR

¿ Quién no ha estado alguna vez hasta las narices de todo? Hasta el moño de tue jefe, de tus compañeros, de tu casa, hasta de ti misma, y sientes que necesitas  más que respirar por  abandonar por unos días esta rueda de hamster en la que estás metida y escapar de todo.

Para la gran mayoría de las personas el paraiso de desconexión debe contener sí o sí una playa lo más desierta posible, tumbarse en blancas arenas y sentir como la cálida luz del sol abrasa cada poro de su piel evaporando así cualquier preocupación, y debo admitir que aunque el plan no me parece malo del todo el paraiso para mí es blanco.

Blanco y helado, sentir el azote del frió en la cara mientras me deslizo montaña abajo sólo atenta a mis esquies,anestesiando de esa forma cualquier pensamiento insidioso,  ver el surco que dejan mis tablas en la nieve virgen , oir sólo el silbido del viento y respirar hondo y llenar tus pulmones de aire helado y limpio, mirar alrededor y ver kilómetros nevados esperando que los conquiste.

Cerrar los ojos al volver a casa e imaginarme subida al telesilla, aterida de frió y mirando la montaña helada, deseando llegar arriba para sentir de nuevo esa sensación de libertad.

AIRE DE ZANAHORIA

¿ A que huele el aire? ¿Recuerdan ese famoso anuncio de compresas? Pues en MADRID FUSION  han encontrado la respuesta: Huele a zanahoria

Creo que ya he comentado con anterioridad que cocinar es una de las (pocas) cosas que se me resisten, sin embargo comer se me da de cine, y aunque reconozco que las mayorias de las veces dónde esté un buen chuleton de kobe o de rekobe ( que me perdonen mis amigos vegetarianos) que se quite todo lo demás, no le hago ascos a los esperimentos gastrónomicos.

Pero todo tiene un límite... Recuerdo que mi primer face to face con la comida creativa fué en la boda de unos amigos, cuando la cocina del Casino de Madrid la comandaba un reconocidísimo, premiadísimo y mediatiquisimo chef catalán y nos colocaron ante nuestras narices una baba de huevo cruda mezclada con patatas a lo pobre bajo el título de " tortilla desestructurada" ni que decir tiene como de deseestructurada se quedó la madrina al ver aquello...

Y trás eso han sido innumerables las espumas de erizos, aceites de gominolas, sorbetes de perejil y canela, suspiros de cocido que han pasado por mis papilas gustativas, muchas de las cuales pueden apreciarse esta semana en la concentración de novedades gastrónomicas que es Madrid Fusión, hasta llegar ya al  absurdo de los absurdos: Helado caliente al horno con caramelo de pollo asado.

Con todos mis respetos a la cabeza brillante bajo un gorro de cocinero que ha ideado esta genialidad, y al margen de la porquería que pueda parecerme... Helado y caliente no son antonimos???

QUE IN-JUSTICIA

Soy abogada ejerciente, lo mío es vocacional. Desde muy pequeña me hervía la sangre antes las injusticias y me decía que mi futuro era defender y mantener la justicia, incluso una profesora  en el cole me llamaba Defensora de Pleitos Pobres porque se me hinchaba la vena cada vez que algo no cuadraba en mis esquemas mentales.

Luego con la edad, la experiencia y la vida descubres que el ejercicio libre de la profesión no es tan romántico y altruista como me imaginaba, pero no solo de pan vive el hombre, y cuando tienes una familia que mantener ciertos "donde dije digo digo Diego" tienes que comerte

A pesar de ello sigue habiendo cosas ( gracias a Dios) que siguen hinchandome la vena, y muchas de ellas viendo la concepción social, favorecida por el trato mediático que se da de ellas.

Pondré por ejemplo el tema de los desahucios, estamos hartos de ver reportajes, noticias, bombardeos sobre pobres viejecillos que echan a la calle sin compasión, parejas con 10 niños desahuciadas por quedarse en el paro, que cimentan una animadversión social contra los propietarios de estos  inmuebles ( antes de seguir adelante especifico que NO  estoy hablando del desahucio hipotecario)

Me gustaría ver alguna vez ( igual es que no veo la tele lo sufuiciente) algun reportaje sobre la cantidad de sinverguienzas que viven del morro, metiendose en pisos, pagando dos mensualidades y aprovechandose de la lentitud y colapso de la justicia viviendo por la cara sin pagar un duro año y medio para desesperación del propietario del piso que igual está en peor situación económica que el inquilino chupóptero, o los que montan pisos patera subarrendando habitaciones y destrozando viviendas a cuenta del aborrecido arrendador, o los inquilinos que han podido hacer una fortuna personal a base de un alquiler de renta antigua heredado del padre por el que pagan 100 euros al mes en pleno Barrio de Salamanca teniendo un sueldo estratosférico mietras al propietario le cuesta más el mantenimiento de la vivienda (que posiblemente también ha heredado de su padre y no ha podido disfrutar en su vida gracias a esa gran Ley de 1964, precostitucional y que es el mayor atentado contra la propiedad privada del mundo seguramente) que lo que percibe de renta...

Pero debe ser que todo esto no vende...

PRUEBA SUPERADA

 Creo que ya he comentado en alguna otra ocasión que mantengo una relación de amor odio con las Navidades.

Para el día 25 ya estoy absoltumente hasta el moño ( por ser fina y que este sea un blog apto para todos los públicos) de comilonas, trasnochamientos, villancicos, panderetas, brindis, copazos, jamón, turrón y polvorón, y sin embargo llega el día 7 de Enero y no puedo evitar una punzada nostálgica al guardar el abeto postizo que lleva presidiendo mi salón desde hace un mes con sus alegres lucecitas y saber que permanecerá en el garaje acumulando polvo 11 meses...

Y quizá el culpable de ello sea el día de Reyes.. quien ideó las navidades lo hizo con mucha cabeza... terminan con la traca final, como si de una buena mascletá se tratasen, con  el triunfo de la magia y la ilusión, vale la pena todas las navidades por disfrutar del día de Reyes...

Es cierto que a veces he estado tentada a cambiar la entrega de regalos a la noche del 24, objetivamente los niños tienen todas las fiestas para disfrutar de sus estrenados presentes, pero creo que celebrar con el barrigón barbudo esta mágica noche hace que el día 26 quieras ya estrangularte con el espumillón del árbol.

Afortunadamente me enseñaron a vivir con toda la ilusión del mundo la noche de la epifanía,no me he perdido ni un solo año la cabalgata de Madrid ( con dos ovarios, si señor ) con escalera, con taburetes, con tres niños y si hace falta el año que viene hasta con perro, y esta emoción la ha heredado mi prole, que en los umbrales de la adolescencia se aferran como pueden a la creencia casi ilusiora de sus mágicas majestades, siempre que les dejen, porque ya empiezan los chivatos tocanaricesrompeilusiones a los que espero que les hayan llenado de carbon el salón y la bocaza.

POr todo ello al guardar los adornos que anuncian la vuelta al normalidad, al régimen obligatorio recuperaexcesos, a los propósitos que ya he incumplido antes de formularlos espero ya ilusionada las navidades que vienen.