A LAVARSE LEÑE¡¡

Por si acaso los mayas tienen razón y nos queda menos de una semana en este convento terrenal mi agenda se colapsa estos últimos días del año con cenas y ágapes diversos en compañía de amigos, vecinos, y conocidos varios, no vaya a ser que llegue el fín del mundo y nos pille con hambre, que uno no sabe cuando va a volver a comer si hay un cataclismo...

Este viernes tocaba una de estas celebraciones gastronómicas tan comunes en estas fechas, viéndonos a las 11 de la noche levantados literalmente de la mesa, casi copa en mano porque llegaba el segundo turno, dado que la noche invitaba a todo menos a quedarse en la calle de botellón y trás casi media hora de debates nos decantamos por ir a uno de esos sitios de " toda la vida" para un grupo de cuarentones como nosotros.. sin sorpresas, que una cosa es que se acabe el mundo y otra que por eso tengamos que vivir al límite....

Nuevo flashback al cruzar la puerta, los veinteañeros de entonces hoy más talluditos seguían copando el garito bailando esa mezcla imposible de AC/DC y Modestia Aparte, y la decoración que en su día había sido moderna hoy era "vintage" y digna de un anticuario.

Todo según lo previsto... Estabamos ya rememorando glorias pasadas cuando una PESTE en mayusculas y con todas sus letras vino a sacarnos de nuestras ensoñaciones, no un olor a sudor de bailarín de viernes noche, no... el típico pestazo que  todos hemos soportado alguna vez de algun compañero de colegio que supone no solo un sobaco sin pasar por la ducha más de dos días, sino una camisa sin saber lo que  es una lavadora desde hace varias puestas, creando un ambiente digno de cámara de gas de la segunda guerra mundial.

Ahora que no se puede fumar en los bares las carencias higiénicas de alguno supone el terror de otros muchos, y yo desde aqui propongo la colocación de pinzas de la nariz junto al bol de palomitas para poder tomar una copa agusto

La ley antitabaco habrá supuesto un alivio enorme a nuestros maltrechos pulmones, pero al menos mi pituitaria está ya lista para un transplante¡