AL RICO CALIMOCHO

Mandaba mi amigo Borja el otro día  desde la gran manzana una noticia publicada en el New York Times la semana pasada que no podía dejar pasar sin pena ni gloria.

Una reputada critica gastronómica allende los mares se rendía a los placeres y virtudes de nuestro entrañable calimocho: Vino y coca?? Funciona¡¡¡

Y lo primero que se me ocurre es: Vaya, pues si que han tardado estos americanos en darse cuenta¡¡

Obviamente la foto que acompaña las loas a la bebida patria es un vaso de tubo adornado con una rodaja de limón sacada posiblemente en alguna modernísima cocteleria neuyorkina que dista kilómetros de las litronas de plástico ( cuando no la propia botella de coca cola partida por la mitad) que cada fin de semana adornan parques y jardines de nuestras ciudades.

El interesantísimo reportaje da unos sabios consejos para disfrutar de esta bebida tan refrescante" con un sabor a sangría, pero sin el estorbo de  tener que cortar todas las frutitas" ( yo matizaría que el estorbo no es tanto cortarlas sino cuando se te caen por encima y te dejan la camisa hecha un cuadro de Mondrian, vale, soy muy torpe, lo sé...) y recomendando que aunque va en gustos, lo ideal es que el vinarro cuanto más barato mejor, y que además imprescindible que sea español ( prefiero no pensar que asociaciones realizaran nuestros amigos americanos ante esto...)

Con todo esto nuestros abueletes pueden estar seguros de que dentro de muy poco su tintorro con casera ascenderá sin duda igualmente a los más altos escalafones crítico gastronómicos americanoides previo paso por talleres reconvertido en la bebida chic de la temporada con una aceitunita dentro. Y si no al tiempo....