Ha llegado a mis manos una noticia de estas que te alegran la semana, a pesar de haber sido una auténtica pesadilla de vencimientos judiciales y una maratón de reuniones eternas un poquito de luz en este túnel de obligaciones laborales y carreras desenfrenadas sin duda se agradece: La Coca Cola alarga la vida.
Lo dice Warren Buffett, uno de los inversores mas exitosos del mundo y el oráculo principal dentro del mundo financiero, quien a sus 84 primaveras manifiesta que bebe al menos cinco Coca Colas diarias y una cuarta parte de su exitoso ser es Coca Cola.
Pero no sólo se alimenta de esta bebida gaseosa de fórmula desconocida este simpático anciano, desde que he leído esta frase suya se ha convertido en mi ídolo: " La tasa de mortalidad más baja es la de los niños de 6 años, de modo que he decidido comer como si tuviera esa edad, es lo más seguro" para a continuación confesar que esa mañana se había desayunado un tazón de helado con trocitos de chocolate. Olé tú SR Buffett¡¡¡¡¡
Y no es porque yo sea una consumidora compulsiva de Coca ( Cola) ,vamos, de hecho no la tomo ni con el ron, pero leer de vez en cuando que alguien alcanza una considerable edad en plenitud de facultades comiendo y bebiendo lo que le da la gana y no sometido a la esclavitud de las frutas y verduras y los filetitos a la plancha o permitiéndose como mayor licencia la ingesta de un vasito de vino tinto en las comidas, a mi al menos me hace respirar un poco más en paz...
Feliz San Viernes¡¡¡¡
viernes, 27 de febrero de 2015
lunes, 16 de febrero de 2015
VIAJE DE ESQUI
La aventura comienza con un coche abarrotado hasta los topes, tras casi media hora intentando cerrar los portaesquies y sin mucha certeza de que no salgan volando en la primera curva, y tres niños peleándose y preguntando si queda mucho desde que abandonamos Madrid rumbo a Huesca, el destino de esquí más cercano que he encontrado porque aguantarlos más de 4 horas en el coche ya es digno de desbancar a ese tal Job.
Una vez en el apartamento comprobamos que es un ático precioso, súper acogedor, exactamente como lo habían descrito en internet.. solo que se les había olvidado un pequeño detalle sin importancia... es un quinto sin ascensor¡¡¡ que si fuéramos a tomar el sol y lleváramos dos tangas en un maletín pues mira, somos sanos y fuertes, pero teniendo en cuenta que llevamos el coche como los gitanos, con varios pares de botas, esquíes, abrigos, monos, guantes, cascos y jerséis como para montar un mercadillo la perspectiva de pasarnos el fin de semana como sherpas escalera arriba y abajo no te hace muy feliz.
Una vez acoplado te das cuenta que en el acogedor apartamento llevan sin poner la calefacción desde la temporada pasada posiblemente, con lo cual cuando se te pasa el calentón de subir doscientas veces las escaleras , sacas los cuatro forros polares que llevas en la maleta y te metes en la cama debajo de todas las mantas que encuentres por los armarios, por muy mugrientas que estén ( que creedme, lo están¡)
Después de amanecer a las 7 de la mañana para poder aparcar en un sitio decente y no tener que recorrer diez kilómetros de parking esquíes a cuestas ( dos pares mínimo: los tuyos y los de algún enano) por fin te montas en el telesilla, una hora después de haber solucionado toda la intendencia de comprar forfaits, contratar clases, alquilar material, abrochar botas, poner cascos, gafas, guantes y notas por fin esa inenarrable y única sensación de sentir el frio viento en la cara, que comienza a ser vendaval helado a medida que asciendes y termina siendo tormenta de hielo y nieve que te destroza la cara cuando estas llegando, justo en el momento en que se para el remonte y te deja veinte minutos colgado sintiendo como la piel se te acartona y dejas de sentir varias partes de tu cuerpo.
Y llegas pro fin a la cima, en ese momento en el que bajas feliz cual perdiz marcando tu estela en la blanca nieve y te adelanta un loco a toda velocidad que casi te hace besar de morros esa blanca e idílica capa y se estampa cual dibujo animado metiéndose por nieve virgen diez metros mas adelante y al acercarte compruebas que el aprendiz de Tomba es tu hijo mayor, que en su inconsciencia juvenil tiene más peligro que una caja de bombas encima de unos esquíes.
Realmente y a pesar de todo esto hay muy pocas cosas en este mundo que sean mas placenteras que un viaje de esquí en familia¡¡¡¡
Una vez en el apartamento comprobamos que es un ático precioso, súper acogedor, exactamente como lo habían descrito en internet.. solo que se les había olvidado un pequeño detalle sin importancia... es un quinto sin ascensor¡¡¡ que si fuéramos a tomar el sol y lleváramos dos tangas en un maletín pues mira, somos sanos y fuertes, pero teniendo en cuenta que llevamos el coche como los gitanos, con varios pares de botas, esquíes, abrigos, monos, guantes, cascos y jerséis como para montar un mercadillo la perspectiva de pasarnos el fin de semana como sherpas escalera arriba y abajo no te hace muy feliz.
Una vez acoplado te das cuenta que en el acogedor apartamento llevan sin poner la calefacción desde la temporada pasada posiblemente, con lo cual cuando se te pasa el calentón de subir doscientas veces las escaleras , sacas los cuatro forros polares que llevas en la maleta y te metes en la cama debajo de todas las mantas que encuentres por los armarios, por muy mugrientas que estén ( que creedme, lo están¡)
Después de amanecer a las 7 de la mañana para poder aparcar en un sitio decente y no tener que recorrer diez kilómetros de parking esquíes a cuestas ( dos pares mínimo: los tuyos y los de algún enano) por fin te montas en el telesilla, una hora después de haber solucionado toda la intendencia de comprar forfaits, contratar clases, alquilar material, abrochar botas, poner cascos, gafas, guantes y notas por fin esa inenarrable y única sensación de sentir el frio viento en la cara, que comienza a ser vendaval helado a medida que asciendes y termina siendo tormenta de hielo y nieve que te destroza la cara cuando estas llegando, justo en el momento en que se para el remonte y te deja veinte minutos colgado sintiendo como la piel se te acartona y dejas de sentir varias partes de tu cuerpo.
Y llegas pro fin a la cima, en ese momento en el que bajas feliz cual perdiz marcando tu estela en la blanca nieve y te adelanta un loco a toda velocidad que casi te hace besar de morros esa blanca e idílica capa y se estampa cual dibujo animado metiéndose por nieve virgen diez metros mas adelante y al acercarte compruebas que el aprendiz de Tomba es tu hijo mayor, que en su inconsciencia juvenil tiene más peligro que una caja de bombas encima de unos esquíes.
Realmente y a pesar de todo esto hay muy pocas cosas en este mundo que sean mas placenteras que un viaje de esquí en familia¡¡¡¡
viernes, 6 de febrero de 2015
INVIERNO
Aunque parezca imposible el calor volverá... desaparecerá esta blanca capa invernal que nos congela el cuerpo y el alma, que nos camufla y esconde bajo kilos de lana, litros de sopa y de consomé caliente.
Aunque ahora nos cueste creerlo nos quitaremos estos abrigos, estas bufandas y estos guantes que nos impiden abrazarnos y sentirnos la piel, que nos aíslan del mundo parapetados tras forros polares y cortavientos y volveremos a usar zapatos sin calcetines, bañadores y camisetas.
Aunque parezca imposible desterraremos de nuestros armarios los negros y los grises, los oscuros marrones y renacerán al tiempo de las lilas, los rosas, verdes, azules, rojos y naranjas
Aunque parezca mentira dejaremos de comer cocido dos veces por semana, rechazaremos los chocolates humeantes que os abrasan los labios y regresaremos al gazpacho y al salmorejo.
Los días van pasando, inexorablemente, fríos y grises, pero, aunque parezca imposible, el calor volverá...
Aunque ahora nos cueste creerlo nos quitaremos estos abrigos, estas bufandas y estos guantes que nos impiden abrazarnos y sentirnos la piel, que nos aíslan del mundo parapetados tras forros polares y cortavientos y volveremos a usar zapatos sin calcetines, bañadores y camisetas.
Aunque parezca imposible desterraremos de nuestros armarios los negros y los grises, los oscuros marrones y renacerán al tiempo de las lilas, los rosas, verdes, azules, rojos y naranjas
Aunque parezca mentira dejaremos de comer cocido dos veces por semana, rechazaremos los chocolates humeantes que os abrasan los labios y regresaremos al gazpacho y al salmorejo.
Los días van pasando, inexorablemente, fríos y grises, pero, aunque parezca imposible, el calor volverá...
martes, 3 de febrero de 2015
VEGANOS
Me divierte mucho discutir sobre veganismo y/o vegetarismo, he de reconocer antes de nada que en líneas generales estas personas que deciden abandonar voluntariamente la ingesta de cualquier producto de origen animal de una forma más o menos drástica despiertan en mi , en primer lugar la curiosidad de la incomprensión por mi parte, y que alguien sea capaz de renunciar por propia voluntad a un plato de jamón serrano o a un chuletón en Giménez de Jamuz por unas creencias personales del tipo que sean merecen desde luego al menos mi respeto.
Otra cosa es que cuando entras en mayores profundidades de los motivos de esta renuncia voluntaria a estos placeres imprescindibles para mí ( recordemos que los veganos no renuncian exclusivamente a carnes y pescados, sino a cualquier producto que tenga un origen animal, léase lácteos, huevos, etc... es decir, adiós a esa ración de queso acompañado de un buen vino, adiós a la tortilla de patata, adiós a las croquetas de tu madre... en fin, un horror...) compruebas que la mayoría de ellos hacen agua por todas partes.
Cuando les discutes que si todos renunciásemos a comer productos de origen animal posiblemente desaparecerían un número incontable de especies que si han seguido entre nosotros es precisamente porque el hombre las ha mantenido para alimentarse te contestan cosas como que mejor que desaparezcan, que algunos animales deben desaparecer porque son dañinos para los ecosistemas ( ¿?) Cuando les argumentas que el organismo humano necesita ciertas proteínas y vitaminas de origen animal responden que está comprobado que la dieta vegetariana es sanísima y alarga la vida, pero si les preguntas te reconocen que se inflan a vitaminas en bote para suplir estas carencias por no comer nada de origen animal.
Luego hay casos como los de mi amigo Borja, que es vegetariano pero se zampa unas raciones de jamón pata negra y de pulpo a la gallega que quitan el sentido....y que creo que si son vegetarianos es, porque al igual que a mí les divierte mucho discutir sobre ello.
Otra cosa es que cuando entras en mayores profundidades de los motivos de esta renuncia voluntaria a estos placeres imprescindibles para mí ( recordemos que los veganos no renuncian exclusivamente a carnes y pescados, sino a cualquier producto que tenga un origen animal, léase lácteos, huevos, etc... es decir, adiós a esa ración de queso acompañado de un buen vino, adiós a la tortilla de patata, adiós a las croquetas de tu madre... en fin, un horror...) compruebas que la mayoría de ellos hacen agua por todas partes.
Cuando les discutes que si todos renunciásemos a comer productos de origen animal posiblemente desaparecerían un número incontable de especies que si han seguido entre nosotros es precisamente porque el hombre las ha mantenido para alimentarse te contestan cosas como que mejor que desaparezcan, que algunos animales deben desaparecer porque son dañinos para los ecosistemas ( ¿?) Cuando les argumentas que el organismo humano necesita ciertas proteínas y vitaminas de origen animal responden que está comprobado que la dieta vegetariana es sanísima y alarga la vida, pero si les preguntas te reconocen que se inflan a vitaminas en bote para suplir estas carencias por no comer nada de origen animal.
Luego hay casos como los de mi amigo Borja, que es vegetariano pero se zampa unas raciones de jamón pata negra y de pulpo a la gallega que quitan el sentido....y que creo que si son vegetarianos es, porque al igual que a mí les divierte mucho discutir sobre ello.
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