lunes, 4 de febrero de 2013

ES NECESARIO




Los libros de David Safier son a la literatura lo que las peliculas de James Bond son al cine: Cuando tienes uno entre tus manos sabes que no vas a leer una obra de arte que quedará grabada en tu memoria y recordarás con escalofrios de placer, sino que vas a zambullirte en una trama rocambolesca, con un sinfín de cosas absurdas e increíbles; pero sobre todo que conseguirá esbozarte alguna sonrisa y te vas a divertir, cerrándolo con un dulce sabor de boca

Y por eso precisamente de vez en cuando es necesario leer algo así, es necesario tirarte en el sofá con la única finalidad de divertirte leyendo, no buscar esa literatura recargada que te obliga casi a echar mano constantemente del diccionario de la RAE, ni esas obras que te hacen sentir super intelectual pero que en  el fondo te aburren mortalmente, ni esos bestseller que huelen a sangre y visceras antes de abrirlos y te llevan a la cama con el estómago retorcido y con naúseas.

Las mayores carcajadas que le he oido a mi hermano, lector compulsivo de filosofía y ética y cosas tan entretenidas como esas son leyendo los comics de Mortadelo y Filemón tirado en el sofá de casa de mis padres, yo le miraba alucinada y me preguntaba como podía compatibilizarse eso con una mente privilegiada como la suya, y que tendría que ver Rompetechos con Kant, ahora, recién terminado el último desvario de Safier le entiendo perfectamente.

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