lunes, 17 de junio de 2013

ESPINOSA





 Si la biografía de un escritor suele ser importante para entender todo el alcance de su obra en el caso de Albert Espinosa es imprescindible conocer sus circunstancias vitales a la hora de sumergirte en cualquiera de sus historias.
Hospitalizado desde los 14 hasta los 24 años a causa de un cáncer que se cobró una pierna y varios órganos sólo si has tenido la desgracia de pasar algún tiempo en la planta de pediatría de algún hospital, en aquellas salas en los que los niños no infecciosos que pasan meses hospitalizados acuden a clase para poder normalizar su vida en la medida de lo posible, eres capaz de imaginar , muy someramente  lo que  debe pasar por la cabeza de esos chavales y la pesada mochila de experiencias y vivencias que les queda marcada a fuego cuando finalmente logran salir de allí.

La obra de Espinosa, como no podía ser de otra forma está marcada en cada sílaba por esos 10 años, empezando por " el mundo amarillo" dónde intenta darle un tinte optimista al drama que ha vivido en sus propias carnes y pasando por el resto de su obra " Todo lo que podíamos haber sido tu y yo si no fuéramos tu y yo" " Si tu me dices ven lo dejo todo, pero dime ven" y el reciente " brújulas que buscan sonrisas perdidas" comparten, además de sus originales títulos un elenco de personales con auténticos dramas a sus espaldas, enfermedades, muertes que les han marcado profundamente y la desgracia se convierte casi en un personaje más.

A pesar de ello, y sorprendentemente consigue que la lectura no sea un drama, sino más bien al contrario, el mensaje de cada uno de sus libros es un canto a la vida,  un mensaje esperanzador, lleno de vitalidad que permite disfrutar de una lectura amena a pesar de la fuerte carga emotiva y la  infinidad de frases lapidarias que hay en cada novela, que devoras sin darte cuenta en un par de horas ( el hecho de que no superen las 250 páginas y en una letra Arial 30 ayuda bastante...)

Cierto que podía hacer una crítica mucho más descarnada, que los argumentos muchas veces son de plastilina, los personajes se quedan a medio construir, la prosa es reiterativa... pero al final consigue que al cerrar el libro te quede una sensación agradable e incluso a veces hasta una sonrisa en los labios a la hora de irte a dormir, y eso no lo consigue cualquiera.

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