jueves, 25 de julio de 2013

DALI




 Tus bigotes señalando al cielo, y tus desorbitados ojos de trastornado observan como a tus pies se forman,  desafiando este calor insoportable,  interminables colas para entrar a ver la exposición de la temporada, tú exposición.

Sabiendo que podías soportarlo todo, menos la indiferencia,  te imagino feliz en algún sofá con forma de labios sonriendo maliciosamente y comiendo langosta mientras los mortales recorremos ente pasmados, emocionados,  horrorizados y espantados según ante que cuadros las salas del Reina Sofía que contienen tu extensa y variada obra.

Amigo del exceso y el escándalo, ese que te llevó a escupir de vez en cuando  en la foto de tu madre ( causa por la que fuiste desheredado, aunque con la millonada que generaba ya tu obra imagino que la herencia del Señor Notario te importaban tanto como para devolverle un preservativo con tu semen diciéndole " toma, ya no te debo nada...") o a pegar pelo púbico dentro de una caja de cerillas ( que aseado, que diría mi amiga Ana...)

Es difícil permanecer indiferente ante tu obra, reflejo de tu persona... en mi caso debo confesar que  a nivel artístico prefiero el surrealismo de Magritte, sin negar que encuentro bellísimas algunas de tus creaciones ( léase" momentos antes de despertar" ) y  que al final termino un poco extenuada de tus obsesiones... sin embargo tu personalidad me parece apasionante.

Genio y locura ¿ Causa o efecto? Se ha  escrito ríos de tinta sobre ello... al margen del beneficio que sin duda te dio el personaje que tan bien creaste y vendiste al mundo y hasta que punto este personaje se parecía a la  realidad o era mera coincidencia,  lo cierto es que es admirable la forma en la que supiste vivir tu vida haciendo lo que te salía de la punta del bigote y encima ganar dinero  gracias a ello.

Por último, los que todavía no hayáis disfrutado visionando las locuras de este genio ( o las genialidades de este loco) os recomiendo que no os vayáis sin comentar la jugada en la Terraza del Museo con un buena copa, la mejor forma de terminar la jornada en este sofocante Madrid estival.

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