lunes, 26 de agosto de 2013

REFLEXIONES MARINERAS

 Amo bucear. La sensación de paz absoluta que se respira bajo el mar, siguiendo el lento compás de la marea que acompaña el vaivén de los peces, sin prisas, sin horarios... es única.

El año pasado me compré un libro sobre los mejores lugares para hacer inmersiones en Gran Canaria, con la firme intención de conocerlos todos año tras año, y la semana pasada me aventuré a uno de los señalados sin duda por la sonoridad de su nombre: La playa del Cabrón.( muy premonitorio)

Lo que se señalaba como un paraíso del buceo era en realidad un auténtico estercolero submarino, ignoro desde cuando los peces beben coca cola o los pulpos llevan compresas y claro, como en los dominios de Neptuno no existen papeleras los animalitos tiene que dejar toda su inmundicia tirada, convirtiendo lo que debía ser un paisaje bello en una auténtica guarrería.

A mi me educaron enseñándome que no se debían tirar papeles al suelo, me molesta enormemente ver colillas y chicles en las aceras, y eso que hay personas que su trabajo es recogerlo, siempre me ha parecido una falta de respeto hacia la población general tirar tus inmundicias habiendo papeleras, no tengo palabras para explicar lo que me inspiran las personas que utilizan el mar como una basura, mancillando y contaminado un entorno único, causando unos perjuicios inimaginables por no meter sus porquerías en una bolsita como hacemos todos los mortales con un coeficiente intelectual por encima del 2...

Para colmo de males como regalo de tan grata buceada me llevé de recuerdo una púa de erizo clavada en el pie, lo que me  supuso que al día siguiente no pudiera apoyarlo en el suelo sin ver las estrellas, lo que me constató que las púas de erizo en el pié son como los dolores del alma, cuando los  tienes el dolor te impide pensar en otra cosa, al momento de sacarlo piensas que no vas a ser capaz de resistirlo, y una vez que están fuera sientes tal paz y sosiego que te preguntas porque no lo sacaste mucho antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario