JUREL A LA RONDEÑA

Si quien tiene un amigo tiene un tesoro entonces yo soy inmensamente millonaria. Ya sé que todo el mundo debe pensar que sus amigos son los mejores del mundo, en mi caso es que además es verdad.

Hablo de esas amistades maduradas durante años, que solamente el haber pasado por momentos oscurisimos te hacen valorar en su justa medida, es cierto que a los verdaderos amigos los reconoces en los malos momentos, para salir de copas te vale cualquier conocido, pero para estar contigo en los abismos necesitas a un amigo.

Un amigo de estos que te conocen tan bien que no hace falta fingir que estas estupendamente cuando no es así, que solo con mirarte adivinan de que humor estás, que saben lo importantes que son en un tu vida aunque jamás se lo digas, aunque estés un tiempo sin llamarles, aquellos cuyas criticas no te duelen porque sabes que las hacen con el corazón, porque ni te da la razón cuando no la tienes ni teneis nada que demostraros.

Sabes cuando estás con un amigo de verdad cuando los silencios no son incomódos, cuando no es necesario buscar coversaciones ni hacer nada màs que disfrutar de su compañia, cuando dejas de llamarle por compromiso y lo haces por necesidad.

Por todas esas copas en Principe de Vergara, esas tardes de trastero, esas fiestas en Bece, esos regresos a casa en el camión de la basura, esos autostops inconscientes, ese pollo de la abuela, ese jurel a la rondeña.... esos momentos inolvidables que hacen imposible imaginar mi vida sin vosotros, y por todos los que vendran... Muchas gracias amigos¡¡¡¡