SALIR A GANAR

Para los que no me conozcáis os diré que soy muuuy futbolera.
Merengona hasta la médula, podría decir que el nacer a un kilómetro escaso del Bernabeu y pasar mi infancia arrullada por los cánticos de los aficionados que paseaban orgullosos sus banderas por el Paseo de la Habana, o que el blanco virginal es mi color preferido son las causas de este madridismo, pero pienso que simplemente es que me gusta ganar.

Nadie puede negar que el fútbol nos une y nos hace sentirnos, por fin, orgullosos de nuestro país, nunca antes de la victoria de España en el mundial se había lucido nuestra bandera con tanta intensidad sin miedo ninguno a que te tacharan de facha.
Yo que he tenido la inmensa fortuna de viajar bastante siempre me ha indignado como mientras la mayoría de europeos y no hablemos ya de los norteamericanos se vanagloriaban de sus países nosotros siempre andábamos con ese sentimiento de inferioridad que parece que estamos sacudiendo por fin luciendo sin complejos nuestros colores y nuestro himno sonando en lo más alto de todas las competiciones deportivas.

Y creo que la clave es que los españoles no nos conformamos con los empates, a pesar de nuestra fama de vagos, vividores, fiesteros ( que no  niego que también tengamos lo nuestro de todo esto) tenemos una garra y un pundonor que nos impulsa a superarnos y a buscar la victoria., por fin empezamos a creernos que podemos…
Esa cabezoneria típica ibérica que nos hace dar lo mejor de nosotros mismos solo para darle en las narices a los que nos decían que no éramos capaces.

Recuerdo el día que ganamos el mundial, nos juntamos un grupo de vecinos de todas las provincias: vascos, leoneses, valencianos, andaluces, la emoción de por fin podernos unirnos todos animando al mismo equipo es algo que está por encima de cualquier sentimiento deportivo, ese éxtasis colectivo con el gol de Iniesta  y gritar por fin sin complejos OLÉ¡¡¡¡¡