Aun no han empezado y yo creo que me va a dar ya una subida de azúcar del número de comidas, cenas, desayunos y meriendas a las que he tenido que asistir ( si, si, casi a la fuerza ya me conocéis que las relaciones sociales me superan...)
Mi hígado ya está pidiendo la hora y todavía falta todo el meollo de las fiestas, y ya está para donarse directamente a Bulldog ( vale, quizá más bien a Seagrams, que es más económico y estamos en plena crisis, por muy navideña que sea ...)
Mi cuenta corriente ya está tiritando, y eso que la mitad de los días que me asalta la fiebre consumista me doy media vuelta cuando veo las colas saliendo de los grandes almacenes como hordas vikingas desaforadas a la caza de esos chollos en rebajas que yo por mucho que busque nunca encuentro ( vale, también es verdad, jamás he rebuscado ningún chollo en las rebajas, simplemente porque las multitudes cada vez me dan más pánico y terror...)
Y mi boca ya está dolorida de sonreír a gente sólo porque es navidad, y toca ser feliz, bueno, repartir amor, cariño y paz... pero tranquilos, quedan solo tres semanas para que saquemos de nuevo los gremlins que llevamos dentro y podamos volver a insultarnos y despellejarnos sin remordimiento alguno el resto de 11 meses que queda de año...
Feliz navidad¡¡¡¡
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