viernes, 2 de enero de 2015

ARRIVEDERCI 2014

 Bueno si, ya se ha ido hace un par de días, pero ya sabéis que en estas fechas uno no sabe muy bien si está a lunes o a viernes, vamos, yo de hecho me he dado cuenta de que ya no me sirve la agenda del 2014 cuando he pisado la oficina y es que con este descontrol de comidas, bebidas, festejos y jaranas varias no sabes si estás celebrando el fin de año o las bodas de Caná.

Pero el caso es que se ha ido... entre petardos,  fuegos artificiales y champagne a raudales ( el cava ni verlo gracias a nuestro amigo Mas and Co) despedimos un año especialmente convulso en todos los aspectos, me cuesta pensar en alguien cercano a mí que este año no le haya sacudido especialmente en alguno de sus palos fundamentales: separaciones, enfermedades, traslados, despidos, peleas familiares... vamos, que es como si los jinetes del apocalipsis hayan campado a sus anchas estos últimos 365 días pero multiplicados por docenas.

Y eso que hablando en primera persona Virgencita que me quede como estoy ( con permiso de Elena claro está)  ya que todo es siempre susceptible de empeorar, y viendo lo que veo a diario nuevamente no puedo dejar de sentirme afortunada, pero es imposible que no me afecte ver como a mi lado las cosas no son campos de rosas y siempre es duro ver sufrir a la gente que quieres.

Por eso 2014 no creo que se te eche mucho de menos, con tus cambios de monarca, tus consultas inconstitucionales, tu goteo diario de casos de corrupción dejas en mi boca y en mi recuerdo ese regusto amargo de quien pudo haber sido grande y se quedó en la mediocridad, así que sin pena ni gloria te deseo muy buen viaje, y que tanta paz lleves como descanso dejas.



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