PARA QUE ESTUDIAR TANTAS MATEMÁTICAS?
Un hombre que tenía 17 camellos y 3 hijos, murió.
Cuando el testamento fue leído, decía que la mitad de los camellos sería para el hijo mayor, un tercio para el segundo y un noveno para el tercero.
¿Que hacer? Si eran 17 camellos; cómo dar la mitad de 17 al hermano mayor? Uno de los animales debería ser cortado a la mitad?
Además, eso no resolvería nada, porque un tercio de 17, sería dado al segundo hijo. Y la novena parte al tercero.
Los hijos corrieron a buscar al hombre mas erudito de la ciudad, un estudioso, un matemático. El hombre razonó mucho pero no consiguió encontrar la solución, aunque era un buen matemático.
Entonces alguien sugirió:
- "Es mejor buscar a alguien que sepa de camellos, no de matemáticas".
Encontraron entonces al Filósofo de Güémez, hombre inculto pero sabio y con mucha experiencia. Le contaron el problema.
El filósofo se rió y dijo:
- "La solución es muy simple, no se preocupen".
Casualmente alguien le había regalado un camello al Filósofo, y les dijo:
- Les presto este camello para hacer las cuentas. Ahora son 18 camellos
Entonces, procedió a hacer la división. 9 fueron dados al primer hijo, que quedó satisfecho. Al segundo le tocó la tercera parte - 6 camellos - y al tercer hijo le fueron dados 2 camellos-, o sea, la novena parte. Sobró 1 camello: El que fue prestado.
El Filósofo tomó su camello y dijo:
- "Ya está, ahora ya se pueden ir".
Esta historia fue adaptada del libro "Palabras de fuego", de Rajneesh y sirve para ilustrar la diferencia entre la sabiduría y la erudición.
El concluye diciendo:
"La sabiduría es práctica, lo que no sucede con la erudición. La cultura es abstracta la sabiduría es terrenal; la erudición son palabras y la sabiduría es experiencia."
17+1= 18
1º hijo- 18/2= 9
2º '' - 18/3= 6
3º '' - 18/9= 2
9+6+2= 17 camellos (está cumplido el testamento)
18-17=1 sobró 1 camello que fue entregado a su propietario.
Nota: Esto también funciona con burros o políticos.
Las contestaciones a este planteamiento no se hicieron esperar:
1.- Contestacion de Santiago, ingeniero industrial y filósofo en sus ratos libres:
Nada educativo, no se cumplió el testamento, y todos los hijos recibieron más de lo que su padre les había dejado:
9 camellos > la mitad de 17
6 camellos > un tercio de 17 2 camellos > un noveno de 17
Se puede argumentar que la culpa es del padre, que no repartió toda la herencia, ya que para cualquier valor de x se cumple que
(1/2+1/3+1/9)x = (17/18)x < x
Por lo que siempre quedaría alguna fracción de camello por repartir...
2.- Contestacion de una servidora, profesional del derecho:
Es mucho mas sencillo que todo eso. El menor impugna el testamento por no respetar su legitima.
3.-Contestacion de Mila, licenciada en derecho y obviamente pequeña de la familia:
Lo que está claro es que este padre se equivoco. Debería de haberle dejado toda la herencia y todos los camellos a su hijo menor que son realmente los que se lo merecen siempre y los que más cuidan realmente de sus padres.
4.- Contestación de Juan, ingeniero de caminos y provocador nato
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