España es el país de las etiquetas, dentro de nuestro extremismo exagerado nos encanta encasillarnos, definirnos, nominarnos y describirnos hasta el infinito, y si dentro de ese etiquetado que nos hacen y nos hacemos nos colgamos varios cartelitos con ANTI ya somos lo más....
Ser ANTI vende, está de moda, las calles se llenan estos días de ANTI madridistas, estos son sin duda los que me resultan más graciosos, " Yo soy del Barsa, pero no porque me guste el barsa, ni porque comulgue con su política independentista ni comparta ese tufo catalanista, soy del barsa porque soy antimadridista, y si pierde el Madrid soy mas feliz que si gana el barsa"
"Olé tú¡¡¡"me dan ganas de decir cuando oigo estas cosas, ese sí que es un discurso coherente, inteligente, y para nada acomplejado, ganador y señorial, vamos, de segundón del cole que su máxima felicidad es que el primero tropiece porque él mismo por sus medios no gana ni dopado....
Luego tenemos a los ANTI taurinos, este grupo no acostumbra a hacerse oír demasiado, son más bien de efectos visuales, sobre todo si son mujeres, eso de salir en tetas o culos manchadas de sangre en los sitios mas inapropiados resulta muy cómico también, digo también porque todos estos ANTI acostumbran a ser cómicos, su planteamiento exigiendo respeto, libertad, igualdad y fraternidad cuando no predican precisamente con el ejemplo de ese respeto que solicitan hace por si mismo que sus batallas carezcan para mí de la mínima seriedad y salvo honrosas excepciones no me produzcan más que sonrojo.
Podemos seguir hablando de los ANTI clericales, también gran ejemplo de respeto y moderación la mayoría de las veces con sus insultos al clero y ataques a sus propiedades, los ANTI sistema, conocidos casi siempre por su cuidado del mobiliario urbano y educación exquisita ( que suele ir acompañada con una cuidada higiene personal en la mayoría de las casos) y ya el top de los ANTI, los ANTI todo, estos sí que me producen oleadas de placer, bajo el lema de " sea lo que sea yo estoy en contra" me parecen entrañables, sobre todo al observar como con el paso de los años se transmuta en un servilismo patético casi siempre a los poderes establecidos.
Con el paso de los años como digo suele pasarse en la mayoría de los casos esta vena ANTI, vas descubriendo que lo importante es construir y no destruir, sumar antes que restar, que la felicidad está en disfrutar tranquilamente con las cosas que tu gustan, sin intentar joder la vida al de al lado, empiezas a quitarte con gusto las etiquetas ANTI y colgarte las de PRO
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