- "Genial mamá, me he pasado el día abriendo regalos y hablando con mis amigos ¿ Que mejor plan que ese?"
Nunca he entendido a las personas que les pone de mal humor el día de su cumpleaños, yo si pudiera viviría en un Día de la Marmota perpetuo y amanecería los 365 días del año el 1 de Octubre.
Se repetiría entonces diariamente el patrón que se repite cada año, con ligeras variaciones y que se manifiesta a través de las felicitaciones que recibo en lo que han sido estos 39 años, mi pasado, mi presente y mi futuro...
Porque si analizamos no sólo el como, sino también el cuando de las felicitaciones seguro que a todos os sale un guión parecido a este:
En la pool position está la pareja, la persona que espera entre impaciente y nervioso a que el reloj marque las doce para ser, una vez más la primera persona en felicitarte, en comenzar compartiendo contigo ese nuevo año en vuestras vidas.
A continuación están los imprescindibles, tu hermana y amigos íntimos que llevan tantos años a tu lado que retrasan la hora de acostarse ese día para entrar igualmente en el pódium, que hacen que ya te vayas a la cama con un año más y una sonrisa enorme en tus labios.
Con el nuevo día lo primero son las felicitaciones de los peques saltando en tu cama e inundándote de cartas y dibujos llenos de corazones y monigotas con cabellos casi tan largos como sus piernas y sus brazos, mientras en el móvil comienzan a llegar las felicitaciones de los tempraneros a los que les ha saltado el aviso en sus dispositivos, a la vez que empiezan las llamadas de los imprescindibles que no se conforman con mandarte un mensaje y te felicitan esta vez a viva voz.
De llegada a la ofi puede ser que como ayer algún imprescindible hasta se acerque a desayunar contigo y entregarte su regalo, mientras comienzan a sucederse las innumerables felicitaciones va transcurriendo el día: Están los que mandan la felicitación al grupo de wapp,contagiando inmediatamente al resto de miembros hasta llegar un punto en el que ya no sabes ni quien te está felicitando; el amigo que vive en el otro lado del mundo y con el que solo hablas dos veces al año, el día de tu cumpleaños y el del suyo; la amiga con la que llevas más de 30 años y por algún motivo incompresible sigue pensando que tu cumpleaños es el día siguiente ( Enhorabuena Pazos, 30 años después has conseguido aprender correctamente que día es¡¡¡) y tu jefe que después de llevar todo el día escuchando felicitaciones impasible justo cuando te vas a ir se levanta y te da un beso deseándote muy buen día...
Ya casi rozando la línea de peligro acostumbran a estar tus hermanos, a los que tus cuñadas, madre o ya incluso sobrinos les ha recordado que es tu cumpleaños...
Y por último están todos los demás
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