Ya lo decía el gran Neruda : " Es tan corto el amor y es tan largo el olvido..."
La memoria es un arma poderosísima, de hecho es indudable que es uno de los instrumentos de la inteligencia, y en algunos casos los cerebros que mas nos sorprenden no tienen nada más que una desarrolladísima memoria que les permite recordar nombres, datos y lugares que el resto de mortales olvidamos nada más oirlos.
Es incuestionable que si el ser humano no estuviera dotado de la memoria necesaria para recordar ciertas cosas, como que poner la mano encima de la vitrocerámica ardiendo quema, que la nieve está fría o que la televisión por la noche sólo pone programas patéticos nuestra vida correría un grave riesgo en multitud de ocasiones, es decir, que la memoria es un mecanismo de defensa imprescindible.
El olvido también lo es.
Los neurólogos consideran que cada cerebro tiene un máximo de almacenamiento de información que no puede superar.. es como un cajón al que no puedes meter más calcetines porque empieza a desquebrajarse, por ello cada noche de forme inconsciente realizamos una labor de limpieza y borramos la información que nuestro cerebro considera menos útil para nuestra supervivencia.
Así pues el hecho de que olviden tu cumpleaños, o la fecha de vuestro aniversario, o que tú no te acuerdes la mitad de los días dónde has puesto ese jersey que quieres ponerte, o no recuerdes el nombre de esa compañera del colegio que se pintaba las uñas con 10 años no es porque tengas animadversión contra ella (que posiblemnte también) ni porque te ignoren ( que es bastante posible) ni porque te estés haciendo mayor ( que es innegable ) Simplemente es que tu/sus cerebros en algún momento han decidido que había información mas importante que guardar.
Olvidamos y nos olvidan. Y la vida sigue
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