lunes, 18 de junio de 2012

NOMOFOBIA


Dícese de la adición que algunas personas tienen al teléfono móvil. El palabro viene del inglés: Nomo es la abreviatura de no mobile ( sin móvil en cristiano) y es un trastorno caracterizado por la angustia y el miedo de no poder comunicarse por teléfono.

Pues debo confensarme nomofóbica perdida, la verdad es que con la edad me siento mas fóbica cada día que pasa, fobia a las multitudes, a la idiotez, a las obligaciones... pero lo cierto es que cuando alguien me cuenta que ha estado una semana desconectado del mundo sin ordenador, sin teléfono... me entran sudores frios y hasta urticalia de imaginarlo... ¿ una semana sin teléfono? casi prefiero que me amputen un brazo...

Como casi todo la justificación de nuestra conducta debemos buscarla en los traumas infantiles... en mi caso las cuentas telefónicas que llegaban bimensualmente a mi casa suponian sin margen de error un cabreo monumental por parte de mi padre, que intentaba palial el despilfarro hablador de sus cinco hijos ( bueno, basicamente de sus dos hijas, debemos reconocerlo...) candando el único aparato que habia en mi casa, estratégicamente colocado en todo el medio del salón, con lo cual cualquier conversación que intentases mantener con un cierto grado de intimidad era una misión imposible, dejando las de Tom Cruise en ligeros.



Recuerdo que  cuando comenzaron a comercializalizarse los móviles mi hermana y yo compartiamos el primero que cayó en nuestras manos, teniendo acaloradas discursiones cada vez que una tenía que salir de casa y se lo llevaba, no se muy bien para que, era aquella epoca en la que nadie tenia móvil y aún el sonido del mismo cuando te llamaban te sonaba raro y dabas un bote de tu asiento.. aquella lejana época en la que la gente todavía te  llamaba a tu casa y cuando salias estabas realmente desconectado.

A pesar de ser absolutamente nomofóbica debo agradecerle a la divina providencia que el invento infernal me haya permitido tener una adolescencia en libertad, la idea de imaginar a mi madre, un sábado a las tres de la mañana buscándome por el móvil como el inspector Gadget mientras yo me ponía ciega de copas en cualquier antro para quinceañeros me produce hasta mareos, ahora, con perspectiva pienso en ello y me sonrio, pensando en lo tranquila que voy a estar cuando mis hijos empiecen a salir y les cosa un móvil a los vaqueros, de esos que no puedan apagar....

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